3º La diferencia está en los detalles

La diferencia entre una ejecución maestra y una mediocre son los detalles. Los remates de la obra de tu vivienda deben ser perfectos. Acordes al esfuerzo económico que has invertido. Unos remates imperfectos, mal ejecutados, estropearán el aspecto final de tu futuro hogar.

Son estos pequeños grandes detalles los que convertirán a tu futura casa en un espacio exclusivo y personal, tal y como quedó reflejado en el proyecto técnico y creativo inicial.

Fíjate en los detalles. Exige su correcto remate. Estás en tu derecho. Has pagado por ello.

4º Haz un contrato para establecer el marco jurídico de la relación comercial

Una relación comercial entre el constructor y cliente final debe estar enmarcada en un documento que rija la misma. Todo debe quedar plasmado en este acuerdo bilateral: proyecto, finalización de partidas, fecha de entrega, planning temporal del proyecto, pagos, garantías.

No cierres una adjudicación de construcción para algo tan trascendente como la construcción de tu futuro y exclusivo hogar sin un acuerdo jurídico formal entre las dos partes.