Uno de los sectores más golpeados por la pandemia es sin duda el turismo y sus servicios asociados. Durante la primera parte de 2020, los propietarios y administradores de inmuebles para arrendamiento turístico estaban viendo pérdidas mil millonarias. Aunque hubo resistencia para irse al alquiler residencial, las cifras cuentan otra historia.
Mayor adopción del alquiler residencial en tiempos de Covid
Cuando revisamos la información en España sobre este fenómeno derivado de la crisis sanitaria, los datos son muy claros. La tendencia alcista de los alquileres vio un retroceso del 1,8% en el precio para enero 2021 con respecto al año pasado. Esta situación dejó el valor promedio en 975 euros y significó una baja mensual de 0,51%.
Ante la ausencia de turistas y reservas en pisos o casas por temporada, el alquiler residencial se ve como la opción más segura. Esta reconversión de la oferta tiene como efecto inmediato una caída esperada de los altos precios de arrendamiento que estaban mostrando las capitales principales españolas y sus enclaves costeros, como Málaga.
La preferencia por el alquiler tradicional en medio de la pandemia se ha visto ratificada por algunos estudios y sondeos de opinión sobre el tema:
- 64% de las viviendas que estaban destinadas al turismo han pasado a régimen residencial
- 69% de los propietarios consultados considera que en esta nueva normalidad el alquiler tradicional es más seguro
- 84% de las propiedades en alquiler han pasado a uso residencial, en comparación con un 18% para uso turístico
Mientras que por un lado esta nueva tendencia ofrece un resguardo a los arrendadores, no está exenta de desafíos legales. Si no se establece un contrato con la temporalidad adecuada y que el inquilino tiene domicilio en otra parte, los arrendatarios pueden ver plazos obligatorios de 5 a 7 años, no pudiendo recuperar la vivienda al cabo de 1 año.
La ley actual no contribuye al alquiler turístico
Otro aspecto que dificulta la operatividad de inversionistas y propietarios está relacionado con las medidas restrictivas de las administraciones públicas. La prohibición de alquilar inmuebles a turistas en varias ciudades españolas revela que un 46% esté más inclinado al alquiler residencial y solo un 32% volvería a la modalidad turística por su rentabilidad.
Los datos también abarcan la forma en que los arrendadores tienden a gestionar sus propiedades. Mientras que un 43% utiliza una agencia intermediadora para el arriendo turístico, un 33% aplica esta modalidad para el alquiler residencial. Las razones para ello hablan de una mayor seguridad en el cobro y su conveniencia.
En cuanto a la oferta, un 30% de las personas que se dedican a arrendar piensa que las opciones para el turismo son excesivas. En cambio, 20% de los administradores o dueños de inmuebles cree que hay demasiados alquileres residenciales disponibles para el público.
El tiempo dirá si la tendencia del alquiler residencial sobre el turístico se mantiene. Mientras tanto, el M5 Inmobiliaria le ayudamos con la transición o con la compra de una propiedad turística o vivienda principal en la Costa del Sol.