La pandemia del coronavirus está afectando a diversos sectores de la economía, entre los que hay que incluir al mercado inmobiliario. Mientras la enfermedad siga su propagación, crecen los riesgos negativos. Como comprador o inversionista, usted debe entender lo que está ocurriendo.
Factores que impactan los bienes raíces por el COVID-19
Hay que saber que muchos países dependen de la estabilidad de las bolsas asiáticas y su infraestructura productiva. Como el sistema económico mundial es una cadena, la afectación de un eslabón repercute sobre los demás. El primer efecto del coronavirus ha sido una menor expectativa de crecimiento para España y el resto del mundo.
Junta a esta previsión, hay otros factores a tomar en cuenta:
Afectación del turismo
El turismo es sin duda la industria que más sufre los efectos del COVID-19 por las medidas de precaución para viajar. Esto incide sobre la inversión extranjera en sitios como Málaga, la Costa del Sol o la Comunidad Valenciana, lugares ideales para vacacionar o jubilarse. Ya que 1 de cada 5 foráneos invierte en inmuebles españoles, esto podría cambiar.
Ante la reducción del turismo, una consecuencia natural es que la compra de viviendas también siga esta tendencia. Aunque no tenga que ver con una mayor o menor incidencia del brote, el problema es la percepción del momento propicio para adquirir una propiedad. Ante la incertidumbre y el miedo, las personas ven que las condiciones no están dadas.
Problemas de suministro
Dado que la producción en Asia está siendo mermada por el cierre de fábricas, el suministro de productos y materias primas fluye más lentamente. Esto afecta a la obra nueva y las empresas que intervienen de forma directa o indirecta en la construcción. Este panorama no es alentador para la evolución del sector.
Aunque el 2019 cerró con una construcción de 100 mil viviendas, un nivel máximo desde la más reciente crisis inmobiliaria, esto está por debajo de las mejores expectativas. Si bien el parón por falta de productos como tuberías, ventanas, cristales y otros suministros podría ser temporal, esto no ayuda a la estabilización del mercado inmobiliario.
Falta de estabilidad
Estamos viviendo momentos de incertidumbre en que la confianza y la estabilidad están siendo sacudidas por la presencia del coronavirus. Entre los diferentes efectos psicológicos, está el pánico, que afecta las operaciones de compraventa de bienes raíces. Por la gravedad del brote, es comprensible que exista gran preocupación entre organismos e inversores.
El hecho de que la gente esté pensando en protegerse y evitar el contagio ahora tiene una mayor preponderancia que estar considerando en comprar una casa para vivir, vacacionar o jubilarse. Como también se trata de una decisión importante por ser una inversión considerable, el aplazamiento de estas operaciones afecta el sector inmobiliario.
Hay que estar atentos a cómo evoluciona el coronavirus en los próximos meses para saber la dimensión de su afectación del sector inmobiliario. Si considera que aun así no puede postergar su decisión de invertir o comprar una propiedad, deje que nuestros expertos le guíen.