La demanda de los inmuebles de alquiler se ha incrementado de manera significativa en los últimos años en el territorio español.
Esto, a consecuencia de que cada día hay menos casas en propiedad, y más en alquiler, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Donde además se recoge que, para los usuarios resulta más económico pagar una hipoteca.
Sin embargo, esta gran demanda ha provocado la inevitable escalada de los precios. Un problema social que las ciudades europeas están tratando de solventar de manera rápida.
Evolución del mercado español de alquiler
El Ministerio de Fomento ha reconocido que el mercado español de alquiler ha mostrado indicios de preocupación. Dada la creciente evolución de los precios de arrendamiento en algunas de las principales ciudades españolas.
Y es que los precios de alquileres en el país son más sensibles a experimentar incrementos excesivos. Puesto que los arrendadores tienen la “facilidad” de incrementar el alquiler a sus huéspedes de manera abismal cuando lo deseen.
Madrid, Barcelona y Baleares, son las ciudades que han sufrido más aumento en los precios de los alquileres de vivienda en los últimos períodos. De hecho, la ciudad capitalina cerró el 2018 con un precio de alquiler incrementado en un 13,7%.
Subida de los precios en otras ciudades europeas
La evolución de los precios de alquiler no está limitada al mercado español, también se ha experimentado en otras ciudades europeas como Berlín, París, Lisboa, Dublín, y otras.
En estas zonas, el alza de los precios de inmuebles en alquiler sufre variaciones constantes, creando problemas sociales de gran trascendencia.
Sin embargo, se han sumado a la lista de ciudades que han decidido aplicar soluciones inmediatas para frenar la continua subida de los precios de los arrendamientos.
Cómo frenan las ciudades la subida de los precios de alquiler
Entre las principales soluciones que han emprendido estas zonas europeas para poner fin a esta problemática inmobiliaria, destacan las leyes.
En especial, una ley donde se establece que el precio de alquiler no podrá superar determinado límite durante los próximos 5 años (contados a partir de este 2019 o inicios de 2020). Berlín ha sido la primera ciudad en poner en marcha esta solución.
El gobierno alemán estableció, además, que si el incremento del arrendamiento rebasa el 10% del promedio de la zona, el propietario debe justificarlo. En caso de infracción, los arrendadores pueden enfrentar multas de hasta 10.000 euros. Esta normativa entró en vigor el pasado 1 de enero del presente año.
En España, aún no existe una limitación del precio de alquiler. A excepción de Cataluña, donde en mayo de 2019 se prohibió el aumento del más de 10% sobre los precios establecidos en el índice oficial de 2017. Tal decreto se ha extendido a algunos barrios de Barcelona.
El mercado de viviendas en alquiler ha tomado mayor protagonismo en los últimos años. Sin embargo, frenar la constante escalada de los precios se ha convertido en un reto.