Ya desde hace años se está dando una gran importancia a las energías renovables. La alta contaminación atmosférica y el alto precio que alcanza la energía en nuestro país ha llevado a la implantación de una serie de normas de energía renovable. Por ejemplo, en las viviendas de obra, es obligatorio la implantación de sistemas de energía renovable para el agua caliente sanitaria del edificio.
Sin embargo, pese a que sólo es obligatorio a nivel de edificio, lo cierto es que, de manera individual, mucha gente se ha pasado a este tipo de instalaciones gracias a sus grandes ventajas donde destaca una: el ahorro económico.
Energía renovable
Si bien hasta hace años era algo que sólo se instalaba a nivel industrial, los grandes desarrollos en estos sistemas y, sobre todo, la gran reducción del coste ha hecho que mucha gente los instale a nivel doméstico.
Este tipo de energías tiene varias ventajas donde destacaríamos dos:
- En primer lugar: la reducción de la contaminación, ya que las energías renovables no contaminan. Gracias al uso de energías renovables se reduce el uso de otros combustibles más contaminantes.
- En segundo lugar: ahorro económico. La implantación de sistemas de energía renovable permiten reducir el consumo de la red de transporte española, ahorrando en la factura del hogar. Hay que destacar que el ahorro será “real” cuando hayamos recuperado la inversión.
En la actualidad, las principales energías renovables con las que se puede abastecer una vivienda son la solar (fotovoltaica o térmica), la minieólica y la biomasa.
¿Cuánto se ahorra instalando sistemas de energía renovable?
Conocer de manera exacta cuánto se ahorra gracias a este tipo de sistemas, puesto que depende de la energía que se use, la localización, el tamaño y potencia de la instalación…
Lo que sí que se sabe es que, si logramos el autoconsumo, las facturas se reducirán totalmente.
Energía solar fotovoltaica
España es, junto a Portugal, el país de Europa con más horas de sol al día, más de ocho. Pese a esto, a nivel doméstico, no se aprovecha mucho este tipo de energía. La principal razón es el alto coste de las instalaciones fotovoltaicas. Aunque su coste se haya reducido en un 80%, lo cierto es que una instalación fotovoltaica puede llegar a costar miles de euros.
Los paneles solares fotovoltaicos caseros suelen costar entre los 600 y los 2.000 euros. Sin embargo, sólo con los paneles no podemos hacer nada, por lo que deberemos añadir el coste de los inversores, baterías y demás elementos necesarios.
Una instalación básica, que puede consistir en la combinación de una placa de 4,5 kilovatios y una batería puede dotar a una vivienda de una tasa de autosuficiencia en el consumo del 75 %, lo que conlleva un buen ahorro.
Energía solar térmica
La energía solar térmica permite aprovechar el calor del sol para calentar agua para distintos usos, ahorrando entre un 60 % y un 80 % de la factura de energía que usáramos para esto.
Como hemos dicho, desde 2007 es obligatorio que todas las viviendas de obra nueva posean paneles solares (u otro tipo de energía renovable que haga la misma función) para producir agua caliente para las diferentes viviendas.
Lo malo de este tipo de instalaciones es que es más caro que el anterior y no se puede generar electricidad, por lo que seguiremos dependiendo de otros sistemas. Sin embargo, como hemos comentado, podemos tener un buen ahorro con este tipo de energía solar.
Energía minieólica
La energía eólica es, junto a la fotovoltaica, las que permiten el autoconsumo total. Todos pensamos en los grandes molinos de viento, pero existen sistemas adaptados para vivienda, denominados sistemas de minieólica.
Estos sistemas también son caros y hay que tener en cuenta que se necesita de una mínima velocidad de viento para que salgan rentables, siendo recomendables para localizaciones donde el viento supere los 13 km/h como media anual. Su máximo rendimiento se da con una velocidad de 45 kilómetros por hora.
Dentro de la energía eólica, existe un tipo de sistemas denominados cómo funciona la aerotermia, los cuales aprovechan la temperatura del aire para generar agua caliente para diferentes usos. Estos sistemas son más económicos que una instalación de minieólica y, pese a que siguen consumiendo electricidad para el motor, reducen el consumo un 70% en comparación con otros sistemas para producir agua caliente.
Biomasa
Las calderas de biomasa transforman materia orgánica de origen vegetal o animal en energía sostenible y económica.
Todo aquel suministro que cuente con una caldera de carbón cuentan ya con la instalación que una caldera de biomasa necesita, por lo que podrán usarla para ello con una inversión muy pequeña.
Una caldera de biomasa puede costar en torno a los 1.700 euros.