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La inversión inmobiliaria en la nueva normalidad

La crisis a causa de la pandemia del Covid 19 ha significado un retroceso para muchas actividades económicas, incluido el sector inmobiliario. El distanciamiento, el cierre de fronteras y las restricciones han dirigido la inversión inmobiliaria hacia la cautela. A pesar de la incertidumbre, hay indicios positivos sobre lo que vendrá.

La vacuna reactivará la inversión inmobiliaria

Aunque la vacunación contra el coronavirus tomará tiempo, su aplicación no deja de ser alentadora. Los expertos hablan de que existe una demanda inversora latente dentro del sector residencial español que puede dar pie a un volumen de negocios importante. En este sentido, el alquiler sigue teniendo prevalencia y ganancias estimadas del 4%.

La sensación generalizada es que hay signos de recuperación en el mercado de bienes raíces, lo cual tiene a los inversores expectantes. Es lógico que muchos ya están planificando qué van a hacer, pero tienen que esperar hasta después de junio para conocer la dinámica real de los precios. Este nuevo arranque será significativo para la reactivación del sector.

Oportunidades latentes dentro de la inversión inmobiliaria

Ya hemos recalcado que las nuevas viviendas post Covid serán más espaciosas, mejor organizadas, sostenibles, inteligentes, bien comunicadas, con terrazas/jardines y lejos del casco urbano. No obstante, la inversión inmobiliaria también apunta a viviendas pequeñas que ofrecen la posibilidad de mejorar la relación riesgo-calidad.

En tanto las condiciones económicas relacionadas con las tasas de interés, la disposición de los bancos y el acceso al crédito sigan estables, hay razones para ser optimistas. Mientras que se vaticina una mayor demanda por casas, pisos y oficinas más amplias, hay otras oportunidades que se asoman con fuerza:

  • Mayor endeudamiento. La crisis sanitaria también ha provocado que muchos dejen de pagar sus hipotecas. Ante una mayor morosidad, habrá un aumento del stock de impagos que puede rondar los €100 mil millones. Esto pondría en el mercado inmobiliario más propiedades a mejores precios.
  • Coworking. Frente a una mayor adopción del teletrabajo y la necesidad de resguardar a los colaboradores, las empresas tendrán que reconfigurar sus sedes. Ya que el personal será reasignado a sus hogares u otras oficinas, los espacios de coworking tendrán mayor demanda para esta nueva realidad.
  • Built-to-rent. Hay varias Socimis y fondos de inversión que siguen impulsando la creación de residencias, edificios y otras instalaciones que faciliten el coliving. Es una tendencia que se verá impulsada por la necesidad de alquilar, lo cual resulta más conveniente que comprar.
  • Alquiler turístico. La afectación del turismo también tendrá incidencia sobre las segundas viviendas o bienes raíces destinados para vacacionar. Se habla de la reconversión hacia un alquiler de larga estancia para atraer a un público más joven o a inquilinos que representen dividendos a largo plazo.

Podemos decir la inversión inmobiliaria en la nueva normalidad sigue siendo una opción para quienes buscan diversificar su capital o proteger su patrimonio. Por su dinámica, los bienes raíces tienden a adaptarse y ofrecer diversas oportunidades de negocios. Si busca alternativas seguras y lucrativas, el mercado de la Costa del Sol luce muy atractivo.