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Una casa atractiva: la venta asegurada de las inmobiliarias

¿Cómo hacer que al visitar una vivienda para alquilar o comprar sea visualmente atrayente para los usuarios? Esta pregunta se repite incansablemente cuando se pone una casa en el mercado.

Los agentes inmobiliarios saben que competir con otras viviendas en una zona de similares características no es fácil, aunque tampoco es una tarea difícil de conseguir.

La clave está en poner la casa atractiva a los ojos de los posibles compradores, et voilá! Porque, de poco vale el hecho de que ajustemos todo lo que podamos el precio del inmueble y esté en una zona de escándalo, si luego no es visualmente bonita para los visitantes.

Así que, como habrás intuido, en este post te vamos a contar todo lo esencial que necesitas para atraer con el sentido de la vista a los compradores y conseguir ofertas de venta al instante.  ¿Listo/a para salir del mercado inmobiliario por la puerta grande?

Cómo hacer una casa atractiva para los compradores

Podemos realizar muchos cambios en una vivienda para que esta luzca con una buena imagen y sea bonita para los usuarios, pero realizando solo pequeños gestos ya irás notando la diferencia y tú decidirás hasta dónde es suficiente para dejarla lista para vender.

Lo más sencillo, y lo que todos los propietarios deberían hacer para dar esa buena imagen es tener un interior limpio, ordenado y con buen ambiente. Esto último viene a referirse a tener buena iluminación, unas habitaciones no cargadas de humedad o muy secas y con un olor neutro que agrade por igual a todos.

Esto hará que, a priori, los compradores o futuros inquilinos no rechacen la vivienda a priori, sin visitarla al completo.

También, podemos dedicarle algo más de tiempo y, cómo no, dinero, en la reforma de partes de la vivienda que necesitan una actualización o reparación. No hablamos de cambiar el aspecto de la casa, sino de un lavado de cara para resultar más atractiva. Esto se centraría en pintar paredes, por ejemplo, para iluminar más aún las estancias; reparar puertas y/o ventanas, actualizar enchufes o lámparas, revisar la instalación eléctrica…

También podemos invertir algo de dinero en un cambio de mobiliario para conseguir un aspecto más actualizado y atrayente. Además, podemos aprovechar este momento de cambio de estilo para deshacernos de elementos personales que no ayudan a vender el inmueble y a dejar solo lo imprescindible, evitando así el efecto agobio de ver mucha cantidad en poco espacio.

Otro aspecto, quizás algo más laborioso, pero que muchos clientes valoran es el cuidado del exterior de la casa. Tan importante es lo ves de dentro como por fuera, y si prestamos atención a las paredes, humedad o revestimiento, mejor que mejor. Llevando un mantenimiento bueno de estas zonas nos ahorraremos en un futuro problemas como goteras, humedades o pérdidas de agua en tuberías. Además que, sin dudarlo, el valor de nuestra vivienda se revalorizaría.

Y es que, vender una vivienda no es más complicado según la zona o el precio que tenga, sino más bien es saber cómo venderla. Es un proceso, cómo todos, que requiere esfuerzo y dedicarle tiempo, pero que con ello conseguirás vender bien y rápido tu vivienda.

Fuente: habitissimo

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