Los precios de la vivienda en alquiler en las principales ciudades de Europa siguen en una tendencia al alza y esto está creando condiciones complicadas para quienes buscan rentar un piso. España no es la excepción, con especial énfasis en Madrid y Barcelona.
La empresa DWS realizó un informe sobre la situación en el continente mostrando que existe un desequilibrio entre la demanda y la oferta de nuevas viviendas disponibles para alquiler. Esto ocasiona un aumento de los precios de las rentas de casi un 5% todos los años, desde aproximadamente el año 2016.
Otra posible causa del aumento progresivo de los alquileres es que, en los últimos años, la inflación ha reducido el poder adquisitivo de las familias y muchas han optado por alquilar y retrasar una posible compra. Esto hace que se trate de un sector del mercado muy competitivo, donde las grandes ciudades presentan un desafío en cuanto al pago del arrendamiento.
Solo la reciente situación con la crisis sanitaria ha puesto un freno a la subida de los alquileres, pero dicha situación podría no mantenerse por más tiempo debido a la recuperación que ha experimentado el mercado desde el 2021.
La situación de Madrid y Barcelona
Estas dos ciudades son las que tienen los alquileres más elevados de todo el país, superando la media nacional. Por ejemplo, en el barrio Recoletos de Madrid un piso de menos de 100 m2 puede llegar a arrendarse por más de 1600 euros. En Barcelona, en el barrio de Fort Pienc, un piso de una extensión similar se alquila por más de 1500 euros.
Esto ocurre porque se trata de ciudades densamente pobladas y la oferta de alquileres se ha mantenido sin mayores cambios. Este escenario es más que propicio para que los precios sean altos, más aún en los barrios más céntricos.
En comparación con otras ciudades de Europa, estos precios pueden parecer bajos. Ya en que las áreas más caras de Londres y Zúrich se ubican en los 3000 euros mensuales. En el extremo más bajo, de acuerdo a DWS, están Varsovia y Budapest donde las zonas con los alquileres más altos están por debajo de los 1000 euros al mes.
¿Cuáles podrían ser las soluciones?
Una de las posibles soluciones es fortalecer la colaboración entre empresas privadas y administración pública para que se creen más desarrollos inmobiliarios con viviendas asequibles en las grandes capitales, entendiendo que las mismas son focos que atraen el comercio y la inversión extranjera.
El aumento de la oferta ayudaría a equilibrar los precios del mercado, sin la necesidad de recurrir a medidas regulatorias que pueden generar incertidumbre para los dueños de propiedades que desean alquilar sus inmuebles.
Los Estados juegan un rol fundamental en mejorar la cantidad de viviendas en alquiler, su apoyo económico, como en la simplificación de los requisitos y marco regulatorio podrían marcar la diferencia.
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