Los años de la crisis han dañado considerablemente el sector de la construcción, pero a su vez han abierto un camino positivo de nuevas oportunidades para desarrollar el negocio inmobiliario y explotar otras nuevas oportunidades. Y el suelo es una de ellas, pero, ¿con qué cartas jugamos?
Éste es el principal interrogante de la mesa redonda «Suelo: de nuevo un activo estratégico», una de las sesiones del Foro de Inversión en el Mercado Inmobiliario Español», que tiene lugar en el marco del programa profesional del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA 2016), en Feria de Madrid .
Moderada por José Antonio Pérez, director del Instituto de Práctica Empresarial, participaron Jesús Abellán, partner de Impulse Asset Management, Adolfo Blázquez, director de Suelo y Activos Singulares de SAREB, Javier de Oro-Pulido, director de Real States Assets y Aliseda Servicios de Gestión Inmobiliaria, e Itziar Mendizábal, Senior Counselor PWC.
La primera afirmación de Javier de Oro-Pulido, de Assets, respecto al tema central del debate fue un rotundo «sí», dejando claro que el suelo es un claro activo estratégico. «Estamos en el mejor momento para comprar una casa y todo el mundo es consciente de ello. Los precios de vivienda no han dejado de crecer, aunque poco a poco, y en un futuro lo harán más rápido que la inflación», apunta el director de Real Estate Assets.
Señala también que los factores que promoverán este crecimiento son aquellos como la inmigración y la demanda de suelo en las principales ciudades, donde es tan inmensa que provoca que los precios del suelo se disparen: «Aunque es cierto que los problemas de sueldo y bajos ingresos dificultan ese acceso a la primera vivienda, seguimos creciendo lentamente pero sin pausa».
El poder de la adaptación: nuevas vías de expansión
Desde 2014, el mercado se ha roto y se han creado unas nuevas reglas de juego, lo que se traduce en nuevas oportunidades. Itziar Mendizábal explica la situación actual de la financiación bancaria, uno de los causantes de la crisis, y no descarta en buscar otros caminos que no impliquen a los bancos.
Habla de cuatro principalmente, mencionando primeramente a los promotores locales (que conocen exhaustivamente su terreno y se están adaptando al mercado), las cooperativas (con menos riesgo comercial), los fondos internacionales y las plataformas de «servicing». Mendizábal concluyó su intervención animando a los inversores internacionales a confiar en el talento español y a los promotores que sean los más realistas posibles al presentar un proyecto.
La voz de Impulse Managment, Jesús Abellán, hace hincapié en lo apetecible que es el suelo como producto. Este atractivo le viene dado por su valor residual hoy en día, aunque recalca que hace unos años llegó a ser negativo. Lo cierto es que hoy crece y los focos se centran en Madrid y Barcelona como ciudades principales.
Abellán, que abrió una ventana al optimismo -«hay una clara oportunidad para desarrollar naves industriales logísticas, porque no hay espacios adecuados para ello»- concluyó su alocución con una visión aún más positiva. «El suelo es un recurso limitado y tenemos que seguir trabajando en la diferenciación del producto, por lo hay que incorporar nuevos elementos que puedan ser apreciados». En este sentido, insistió en que también existe un mundo fuera de las principales ciudades, donde hay un incremento de ventas silencioso que tampoco para de crecer y da sus beneficios. Quizás, insistió, «no a un ritmo exponencial», pero suficiente como para incentivar la construcción de nuevas viviendas.
Adolfo Blázquez, de Sareb, también apoyó la visión de Abellán. «No hay que olvidarse del desarrollo potencial que existe en otras áreas nacionales donde hay menos concentración de población. Son zonas son amplias, que también presentan incrementos de ventas de suelo».
Fuente: inmodiario.com